sábado, 24 de octubre de 2015

Para pasar página, hay que cerrar heridas...(Primera parte)

    Para pasar página, está claro que hay que cerrar las heridas.

    Si una herida sigue abierta, nos seguirá doliendo y la seguiremos viviendo todo el tiempo presente, cosa que, hará imposible que pasemos página.

    Al no cerrar las heridas, no hemos concluido la etapa y continuamos viviendo en ella de forma constante. Esto es lo que hace, que todas nuestras relaciones de pareja fracasen o que no seamos capaces de hacer nuevos amigos. Si una pareja nos ha herido o hemos terminado una relación de amistad de una forma dolorosa es muy probable que la herida siga abierta y su dolor sea el culpable de que no avancemos.

    Para que nos deje de doler, como si fuera una herida física, tenemos que dejar que cierre. Y del mismo modo que no la volveríamos a abrir a propósito una herida física, no tenemos que hacerlo con las heridas emocionales o del alma. Pero lo hacemos constantemente.

    Imagínate, que en lugar de tener una herida tienes muchas. Cada desilusión o problema que nos hemos encontrado a lo largo de nuestra vida, puede permanecer ahí como una herida abierta. Una herida que nos encargamos de reabrir cada vez que tenemos la ocasión. Como consecuencia de ello no sólo sentimos el dolor, procedente de una herida, sino que arrastramos muchas otras lesiones que permanecen abiertas y que van dejando huellas y debilitando nuestra autoestima hasta el punto de, que son imposibles de cerrar pues están abiertas constantemente. Son heridas infectadas que si no se curan de un modo especial, no se desinfectan, jamas y nunca ellas van a curar. Por eso no avanzamos.

    Las personas que no son capaces de cerrar sus heridas tienen dos opciones para poder vivir.

    Unas son adictas al dolor, sienten que lo merecen y cuando dejan de sentir lo, se lo provocan de nuevo. Creen que es el castigo justo, a lo que han hecho o les ha tocado vivir. Creen que es su merecido y que no pueden vivir de otra forma.

    Hay otro tipo de personas, que aprenden a ignorar el dolor, que no lo escuchan y que avanzan temerosas, sabiendo que en cualquier momento les va a volver el dolor.

    Ambos tipos de personas viven atormentadas y se sienten culpables. No van a poder pasar página, a no ser que recuperen su autoestima y aprendan a cerrar sus heridas....

    Gracias, continuaremos con un próximo escrito relacionado a Pasar Página...


No hay comentarios:

Publicar un comentario