sábado, 10 de octubre de 2015

Gracias a la vida... (De Mercedes Sosa).

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Me dio dos luceros que cuando los abro.

Perfecto distingo lo negro del blanco.

Y en el alto cielo un fondo estrellado.

Y en las multitudes el hombre que yo amo.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Me ha dado el oído que en todo su ancho.

Graba noche y día grillos y canarios.

Martillos, turbinas, ladridos, chubascos.

Y la voz tan tierna de mi bien amado.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Me ha dado el sonido y el abecedario.

Con él, las palabras que pienso y declaro.

Madre, amigo, hermano.

Y luz alumbrando la ruta del alma del que estoy llamando.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Me ha dado la marcha de mis pies cansados.

Con ellos anduve ciudades y charcos.

Playas y desiertos, montañas y llanos.

Y la casa tuya, tu calle y tu patio.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Me dio el corazón que agita su marco.

Cuando miró el fruto del cerebro humano.

Cuando miró el bueno tan lejos del malo.

Cuando miró el fondo de tus ojos claros.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.

Así yo distingo dicha de quebranto.

Los dos materiales que forman mi canto.

Y el canto de todos que es mi propio canto.

Gracias a la vida, gracias a la vida....


De Mercedes Sosa.


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