jueves, 15 de octubre de 2015

La gestión de las emociones...

    Estamos viviendo en una sociedad que nos exige unos modales y una forma de pensar, sentir y actuar, adecuadamente.

    Demasiadas veces contradiciendo lo que sentimos por dentro...

    Eso, para explicar lo bien, hace que vayamos como un personaje, que hemos creado a imagen y semejanza de lo que la sociedad nos exige.

    Pero, como he mencionado en otros escritos, aunque logremos camuflar eficazmente nuestras emociones, éstas permanecen en nuestro interior, manifestándose de vez en cuando.

    Así, hemos convertido nuestro mundo exterior en un desfile de máscaras, en el cual las relaciones humanas no son más que una farsa y un intercambio de falsas apariencias y personalidades, fabricadas por el Ego. Pero, como suelo afirmar, la verdad acaba por manifestarse, sin previo aviso, llegando en su preciso momento.

    También suelo decir:. Qué en el día a día nos mostramos de una determinada forma, obedeciendo un protocolo personal, a veces inconsciente, que se ajusta a lo que deseamos proyectar de nosotros mismos.

    Es más fácil decir; que todo viene por el puro miedo a mostrarnos tal y como uno no es, evitando ser heridos. Así, el encuentro entre dos personas no es más que un intercambio de protocolos, mutuamente convenidos.

    Nadie es como parece. Y seguramente es por esa razón por la que las Relaciones Humanas que establecemos habitualmente son algo vacías, superficiales y que apenas nos enriquecen. Es sólo cuando creemos, vivir el amor romántico, cuando intentamos entregarnos tal y como somos y exigir correspondencia en ese sentido. Y claro, creamos altas expectativas ante una relación amorosa que difícilmente se cumple. Además, porque no admitirlo, de que las que creamos con el viejo y mal hábito de no ser ya nosotros mismos.

    Gestionar las emociones es importante, como lo es reconocer las y admitir las, en cuanto se sienten. Todas las emociones son humanas, ya sean gratificantes o inquietantes. Sólo hay que lograr que no nos dominen ninguna de ellas es nuestra vida, por entero y en todo momento. En función de qué emoción domine en cada momento, percibiremos el mundo como un reflejo...o lo sentiremos dentro.

    ¿Tu sientes que en tu alrededor hay agresividad?.

    Pues te explico, que esto significa que dentro nuestro, hay dolor o miedo, lo que nos hace ver esa parte sesgada de nuestra realidad, entera. Al fin y al cabo, nuestro pensamiento construye la realidad que nos rodea, así es de potente el cerebro humano.

    Si, en cambio, nos sentimos bien con nosotros mismos y con lo que sentimos, seremos capaces de percibir una realidad acorde a ello, incluso en un ambiente enrarecido. Es ya la popular frase "la botella medio llena o vacía", que a veces oímos...y casi siempre sentimos, por dentro....

    Gracias, por su atención.


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