domingo, 6 de septiembre de 2015

Es el proceso de domesticación o codependencia... (Primera parte).

    Nacemos en esta sociedad, crecemos en esta sociedad y aprendemos a ser como todos los demás, actuando y compitiendo continuamente de un modo absurdo...

    "Quien no se obedece a sí mismo, inevitablemente es gobernado por otros".

    ¿Cómo nace un PARADIGMA?.

    Ahora bien, imagina por un momento que pudieras visitar un planeta en el que toda la gente tuviera una mente emocional distinta. La manera en que se relacionarían los unos con los otros sería siempre feliz, siempre amorosa, siempre pacífica.

    Ahora imagínate, que un día te despiertas en ese planeta y que ya no tienes heridas en tu cuerpo emocional. Ya no tienes miedo de ser quien eres. Ya no te importa lo que la gente diga de ti, porque no te lo tomas como algo personal y ha dejado de producirte dolor. Así que ya no necesitas protegerte más.

    No tienes miedo de amar, de compartir, de abrir tu corazón. Ahora bien, esto sólo te ha ocurrido a ti...

    ¿Cómo te relaciona harás con la gente que padece de heridas emocionales y que está enferma de miedo?.

    ¿Qué es CODEPENDENCIA?.

    Cuando un ser humano nace, su mente y su cuerpo emocional están completamente sanos. Quizás a eso de los tercer o cuarto años de edad empiecen a aparecer las primeras heridas en el cuerpo emocional y se infecten con veneno emocional. Pero, si observas a los niños de dos o tres años y te fijas en su manera de comportarse, verás que siempre están jugando. Los verás reírse sin parar. Su imaginación es muy poderosa y su manera de soñar, una auténtica aventura de exploración.

    Cuando algo va mal, reaccionan y se defienden, pero, después, sencillamente se olvidan y vuelven a centrar su atención en el momento presente para seguir jugando, explorando y divirtiéndose. Viven el momento. No se avergüenzan del pasado y no se preocupan por el futuro. Los niños pequeños expresan lo que sienten y no tienen miedo a amar. Por eso los momentos más felices de nuestra vida son aquellos en los que jugamos como si fuéramos niños, cuando cantamos y bailamos, cuando exploramos y creamos con el único propósito de divertirnos. Cuando nos comportamos como niños nos resulta maravilloso porque ese es el estado normal de la mente humana, la tendencia natural. Somos inocentes, igual que los niños, y para nosotros es normal expresar amor. Pero,
    ¿Qué nos ha ocurrido?. ¿Qué le ha ocurrido al mundo entero?.
    Lo que ha sucedido es que, cuando éramos pequeños, los adultos ya padecían esa enfermedad mental, una enfermedad altamente contagiosa.
    ¿Y cómo nos la trasmitieron?.     Captando nuestra atención y enseñándonos a ser como ellos. Así es como trasladamos nuestra enfermedad a nuestros niños y así es como nuestros padres, nuestros maestros, nuestros hermanos mayores y toda una sociedad de gente enferma nos la contagio a nosotros.

    Captaron nuestra atención, y, mediante la repetición, llenaron nuestra mente de información. De este modo aprendimos y de este modo programamos una mente humana.

    El problema reside en el programa, en la información que hemos almacenado en nuestra mente. Una vez captada la atención de los niños, les enseñamos un lenguaje, les enseñamos a leer, a comportarse y a soñar de un modo determinado. Doméstica amos a los seres humanos de la misma manera que doméstica amos a un perro o a cualquier otro animal:. Con castigos y premios....

    Esto es perfectamente normal. Lo que llamamos educación no es otra cosa que la domesticación del ser humano. Al principio tenemos miedo de que nos CASTIGUEN, pero más tarde también tenemos miedo de no recibir LA RECOMPENSA, de no ser lo bastante buenos para mamá o papá o un hermano o un maestro. De este modo es como nace la necesidad de ser aceptado. Antes de eso no nos importa, si lo estamos o no. Las opiniones de la gente no son importantes y no lo son porque sólo queremos jugar y vivir en el presente...

    Continuara...

No hay comentarios:

Publicar un comentario