¿Donde está tu vergüenza... se perdió?... (Tercera y última parte).
"Nadie que confía en sí mismo envidia la virtud del otro".
CONECTAR CON LA CONFIANZA.
No en vano, la confianza es la piedra angular de las relaciones interpersonales. Es lo que nos permite construirnos a nosotros mismos y compartir con los demás desde la autenticidad.
Es la cualidad que contribuye a generar un ambiente distendido, que invita a compartir información y conocimientos. Y la clave para vencer la vergüenza.
Para sumar en confianza y restar en inseguridad, el primer paso es atrevernos a mostrarnos sin protecciones. Aprender a exponernos y a reírnos de nosotros mismos, es uno de los remedios más eficaces que existen contra la vergüenza, pues nos aporta perspectiva y contribuye a normalizar esa situación que tanto nos incomoda.
En última instancia, revelarnos ante la tiranía de la vergüenza, pasa por conquistar nuestra propia "auto confianza", y es el mejor antídoto contra ese temor que nos impide avanzar. De ahí la importancia de conocernos a nosotros mismos, lo que nos lleva a entrar en contacto con una visión más objetiva de nuestra propia identidad, y que nos permitirá cuestionarnos y evolucionar.
La vergüenza vive en el umbral del miedo, y enfrentarnos a ella nos permite conquistar nuestra libertad. Podemos optar por quedarnos en nuestra zona de comodidad, viviendo a merced del miedo al ridículo... o podemos apostar por mostrarnos tal y como somos, atreviéndonos a compartir nuestra vulnerabilidad.
En última instancia, ése es el reto, y el aprendizaje, que nos propone esta caprichosa emoción...
Preguntas para cuestionarnos:.
¿Qué situaciones te producen vergüenza?.
En el caso que sucedieran.
¿Qué es lo peor que te podría pasar?.
¿Qué pasaría si te enfrentaras a tus miedos al ridículo?.
Gracias, por estar ahí...
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