jueves, 10 de septiembre de 2015

"La soledad es el imperio de la conciencia"... (Primera parte).

    "La soledad es el imperio de la conciencia"...

        SOLEDAD.

    Una palabra que para algunos significa refugio y para muchos representa una condena. Hay quien la busca con desesperación, y quien con la misma desesperación trata de liberarse de ella.

    Como si de un imán se tratara, atrae emociones contrapuestas a cada uno de sus polos. Y terminar gravitando en uno o en otro, depende de nuestra predisposición ante su presencia.

    No en vano, cuando la escogemos, se transforma en nuestra mejor aliada, pero cuando impone su compañía se convierte en la peor de las invitadas. Su reputación promete malestar, aburrimiento, tristeza y fracaso social. En la nueva era de la comunicación, no existe acompañante más impopular. De ahí que tratemos de ahuyentar la con todos los medios a nuestro alcance.

    Gracias a las nuevas tecnologías, vivimos más "conectados" que nunca. Muchos de nosotros estamos localizables las 24 horas del día. Por internet, las redes sociales y los teléfonos inteligentes que han cambiado en gran medida nuestra manera de relacionarnos con otros seres humanos, que en ningún otro período histórico.

    En este escenario, parece que la soledad no tiene cabida. Debería estar extinta. Sin embargo, las estadísticas sobre el aumento de ventas de antidepresivos y fármacos derivados, hablan a gritos del sentimiento de soledad que acompaña cada día a millones de seres humanos. No hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor. O tal vez baste con mirarnos al espejo.

    Quizás sea el momento de analizar qué sucede cuando nos sentimos sólos. Más allá de la incomodidad y el malestar, la sensación de aislamiento abre una compuerta al vacío que anida en lo más profundo de nuestro interior.

    Es entonces cuando surge nuestra desesperada necesidad de evadirnos y distraernos. La verdad incómoda, que se encuentra tras esta realidad, es que en general son pocos, quienes encuentran compañía, consigo mismos. Lo cierto es que la soledad no deseada puede resultar apabullante, terriblemente dolorosa e incluso auto destructiva... pero también nos brinda la oportunidad de descubrir quiénes somos y de aprender a construir un vínculo más sano con nosotros mismos...

    Continuará...

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