domingo, 6 de septiembre de 2015

Es el proceso de domesticación o codependencia... (Segunda y última parte).

    "Quien no se obedece a sí mismo, inevitablemente es gobernado por otros".

    El miedo a no conseguir la recompensa se convierte en el miedo a ser rechazado. Y el miedo a no ser lo bastante buenos para otra persona es lo que hace que intentemos cambiar, lo que nos hace crear una imagen. Imagen que intentamos proyectar, según lo que quieren que seamos, sólo para ser aceptados, sólo para recibir el premio. De este modo aprendemos a fingir que somos lo que no somos y perseveramos en ser otra persona con la única finalidad de ser lo suficientemente buenos para Mamá, para Papa, para el Maestro, para nuestra religión o quien quiera que sea. Y con este fin practicamos incansablemente, hasta que nos convertimos en maestros, de ser lo que no somos.

    Pronto olvidamos quienes somos realmente y empezamos a vivir nuestras imágenes, porque no creamos una sola, sino muchas diferentes, según los distintos grupos de personas con los que nos relacionamos. Una imagen para casa, una imagen para el colegio, una imagen cuando crecemos, y unas cuantas más.

    Y esto funciona de la misma manera, cuando se trata de una simple relación entre un hombre y una mujer. La mujer tiene una imagen exterior que intenta proyectar a los demás, cuando estás sola, otra de sí misma. Lo mismo pasa con el hombre, que también tiene una imagen exterior y otra interior. Ahora bien, cuando llegan a la edad adulta, la imagen interior y la exterior son tan distintas que ya casi no se corresponden. Y como en la relación entre un hombre y una mujer existen al menos cuatro imágenes.

    ¿Cómo es posible que se lleguen a conocer de verdad?. No se conocen. La única posibilidad es intentar comprender la imagen. Pero es preciso considerar más imágenes. Cuando un hombre conoce a una mujer, se hace una imagen propia de ella, y a su vez la mujer, se hace una imagen del hombre desde su punto de vista. Entonces el intentar que ella se ajuste a la imagen, que el mismo ha creado y ella intenta que el se ajuste a la imagen que se ha hecho de él. Ahora, entre ellos existen seis imágenes. Evidentemente, aunque no lo sepan, se están mintiendo el uno al otro. Su relación se basa en el miedo, en la mentira, y no en la verdad porque resulta imposible ver a través de toda esa bruma...

    De pequeños no experimentamos ningún conflicto porque no fingimos ser lo que no somos. Nuestras imágenes no cambian realmente hasta que empezamos a relacionarnos con el mundo exterior y dejamos de tener la protección de nuestros padres. Esta es la razón por la que la adolescencia resulta particularmente difícil. Aún en el caso de que estemos preparados para sostener y defender nuestras imágenes, tan pronto intentamos proyectar las al mundo exterior, éste las rechaza.

    El mundo exterior empieza a demostrarnos, no sólo lo particular, sino también públicamente, que no somos lo que fingimos ser.

    Este sería el caso;.

    Por ejemplo:. Un joven adolescente que aparenta ser muy listo. Acude a un debate en el colegio, y, en ese debate, alguien que es más inteligente, y que esta mas preparado, le supera y le deja en ridículo delante de todo el mundo.

    A continuación el intenta explicar; excusar y justificar la imagen delante de sus compañeros. Se muestra muy amable con todos e intenta salvar esa imagen delante de ellos, aunque sabe que está mintiendo. Por supuesto, hacer todo lo posible para no perder el control delante de ellos, pero tan pronto se encuentra sólo y se ve reflejado en un espejo, lo hace añicos, lo rompe.

    Se odia a sí mismo; se siente verdaderamente estúpido y cree que es el peor. Existe una gran discrepancia entre la imagen interior y la imagen que intenta proyectar hacia el mundo exterior. Pues bien, cuanto más grande es la discrepancia, más difícil resulta la adaptación al sueño de la sociedad y menos amor se tiene hacia uno mismo. Entre la imagen que finge ser y la imagen interior que tiene de sí mismo cuando está solo, existen mentiras y mas mentiras. Ambas imágenes están completamente alejadas de la realidad; son falsas, pero no se es consciente de ello.

    Quizás otra persona lo advierta, pero está totalmente ciego. Su sistema de negación intenta proteger las heridas, pero esta son reales y siente dolor porque intenta defender esa imagen por todos los medios...

    Gracias siempre con ustedes...

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