viernes, 15 de mayo de 2015

Cómo buscar o restablecer la felicidad... (Primera parte).*

    Una teoría acerca de la felicidad, sugiere que nuestro nivel de bienestar subjetivo esta determinado principalmente, por la herencia y por los rasgos de la personalidad, arraigados en nuestros primeros días de vida, y como resultado se mantiene relativamente constante a lo largo de nuestra vida.

    Nuestro nivel de felicidad puede cambiar de forma transitoria en respuesta a eventos de la vida, pero entonces casi siempre vuelve a su nivel de línea de base a medida que nos habituamos a esos acontecimientos y sus consecuencias en el tiempo.

    Habilitación, un creciente cuerpo de evidencia que nos dice ahora, y que se produce incluso, cuando se produce una promoción profesional, el dinero y el matrimonio.

    Por otro lado, otras investigaciones sugieren una serie de eventos, el principal de ellos la muerte inesperada de un ser querido, la ruptura de pareja, la distancia obligada, la noticia de algún padecimiento grave, todos parecen detener nuestra capacidad de ser felices siempre. Sin embargo, algunos estudios también sugieren que también podemos arreglar nuestro punto de felicidad permanente superior, al ayudar a otros.

    Según uno de esos estudios que analizaron los datos socio económicos, un conjunto de estadísticas que representa la serie más grande y más antigua de las observaciones sobre la felicidad en el mundo, el rasgo más fuertemente asociado con el aumento a largo plazo en la satisfacción con la vida es, de hecho, un compromiso permanente a la consecución de objetivos altruistas. Es decir, cuanto más nos centramos en la acción compasiva, en ayudar a los demás, la felicidad se convierte en algo a largo plazo.

    Es más, según otro estudio, el altruismo no sólo se cor relaciona con un aumento en la felicidad, sino que en realidad hace que, al menos en el corto plazo. Una profesora de psicología le pidió a sus estudiantes que realizaron cinco actos de la amabilidad, de su elección a la semana, a lo largo de seis semanas, se informó un aumento significativo de sus niveles de felicidad en relación con un grupo control de estudiante que no lo hicieron.

    Pero, ¿Por qué la creación de valor para los demás aumentar nuestra felicidad, se consigna más allá del punto en el que nuestra herencia ha establecido que cuando y como adelanto en la carrera, el dinero, y el matrimonio no?.

    Una posibilidad es que el mayor valor que creamos para los demás, más valor se nos asigna a nosotros mismo. Ayudar a los demás, es decir, esto aumenta nuestra autoestima. Por otro lado, si la razón de que la creación de valor aumenta la felicidad a largo plazo es sólo porque mejora nuestra autoestima, la continuación, la promoción profesional y la acumulación de riqueza (que a menudo mejora nuestra autoestima), debe aumentar nuestro punto de felicidad a largo plazo, también.

    Pero no lo hacen, así que tal vez la creación de valor para los demás no aumenta nuestra felicidad a largo plazo tanto porque aumenta nuestra autoestima como lo hace nuestro sentido de propósito.

Continúa...

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