Y si, aprendes a perdonarte a ti mismo... (Primera parte).
Hemos visto ya a lo largo de varios escritos la importancia del perdón para poder pasar página, el pelotón es algo a lo que tenemos derecho.
Cuando éramos pequeños nos lo marcaban como una obligación, pero nadie puede obligarte a perdonar, igual que nadie puede obligarte a odiar o a querer.
Perdonar es un acto que hacemos voluntariamente y al que todos tenemos derecho, pero somos libres para elegir otros caminos.
Cuando has perdonado, vez que es el mejor camino a seguir, lo has visto con otros problemas a los que te has enfrentado y te lo han contado personas que han superado situaciones terribles, que han podido perdonar y empezar de nuevo. Y es que para pasar página es imprescindible perdonar. Por supuesto que para pasar página también hay que perdonarse a uno mismo. Tal vez eso es mucho más difícil que perdonar a otros.
Cuando somos nosotros mismos los que cometemos los errores, algunos de ellos pueden ser muy graves, tenemos que asumir y lidiar con muchas emociones para la que no estamos preparados. No nos educan para asumir ciertas cosas.
Así que de adultos nos encontramos con que hemos hecho cosas o cometido errores de la que no nos es fácil escapar y mucho menos perdonarnos. Lo primero que tenemos que hacer es asumir que tenemos emociones, tratar de identificar las y trabajar las una a una para que dejen de estar encerradas dentro de nosotros.
Para ello te recomendamos el libro (Como convertirte en un maestro de las emociones), por mucho que a algunas de estas emociones nos resulten dolorosas tenemos que saber escuchar las y aceptar lo que nos enseñan. Sólo así podremos dejar paso libre a nuevas emociones.
El problema de la mala gestión emocional, es que mantenemos dentro de nosotros las emociones que no nos gustan, que nos suponen un problema. Se convierten en emociones tóxicas. A veces esto ocurre por ignorar las, por fingir que no existen. Mientras no les hagamos caso van a estar allí, no van a desaparecer.
Otras veces somos nosotros los que las mantenemos dentro sin dejar las ir y las alimentamos voluntaria o involuntariamente. Esto ocurre con el odio, con la rabia, con las frustraciones y muchas más. Creemos que nos lo merecemos, no nos podemos perdonar y mantenemos dentro estas emociones. Es por ello que es básico saber darles la salida.
La aceptación es el primero de los pasos que tienes que seguir para perdonar algo o a alguien, también a ti mismo. No aceptar algo es encadenarse a ello para siempre. Como decíamos en nuestro último escrito sobre este tema, tienes que aceptar que ha ocurrido. Ne garlo no sirve para nada. La negación es algo normal, nos negamos a creer que algo haya ocurrido, pensamos que no puede ser, pero estamos pensando por ello, aunque nos duela reconocerlo, debemos entender que ha pasado por increíble que nos pareciera.
Aceptarlo es el primer paso. Probablemente luego tendrás que aprender a vivir con ello, pero si no lo aceptas no vas a poder hacerlo....
Continuarán...
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