Las parejas y la familia dentro de la violencia doméstica. (Segunda parte).
En el escrito anterior describimos que la violencia doméstica entre las parejas es una conducta utilizada para ejercer PODER y CONTROL por medio del miedo, intimidación, control del dinero, amenazas, insultos y/o violencia física que pueden producir lesiones graves y hasta la muerte.
La mayoría de las víctimas son mujeres, estimados actuales señalan que una de cada cuatro lo han sufrido.
Muchas veces, la mujer acepta el maltrato por creer que es su "deber", lo soporta por ser madre o esposa, por los hijos, porque él es quien mantiene el hogar, por el qué dirán, él tiene "papeles" o es un ciudadano, o simplemente, porque es parte de nuestra "cultura" y hay que aceptar, pero señoras y señores, eso "no es correcto", la violación no es normal.
Es una situación muy difícil y a veces no nos damos cuenta o no queremos reconocer que la estamos viviendo. Pensar que la persona fue alguien a quien amamos, confiamos, tuvimos sueños y esperanzas de una vida feliz; pero desgraciadamente con el tiempo, se convirtió en un imposible. Es difícil aceptar que uno se encuentra viviendo en la humillación y/o terror.
La violencia doméstica se manifiesta en un ciclo, éste tiene tres fases:.
En la primera:. El abusador acumula frustraciones, enojo, nada lo complace, todo esta mal para el, todo es culpa de la pareja.
En la segunda:. El abusador explota en coraje, insultos y/o golpes hacia la pareja.
En la tercera:. Es la "luna de miel", en la cual el abusador pide disculpas, llora, trae regalos y promete mejorar o hasta matarse si ella lo deja. Esta tiene diferentes duraciones; con el tiempo es muy probable que se vaya haciendo más cortas, frecuentes y intensas y por lo mismo es extremadamente dolorosas.
Usted mejor que nadie conoce y sabe sobre su pareja, saber de la situación y si hay hijos de por medio, ellos lo sufren todo, son los testigos más reales, se les causa mucho dolor, son también víctimas. Señoras, las consecuencias son muy grandes, y el precio es demasiado alto si se continúa en esta situación.
¡Señora usted, está en peligro igual que sus hijos!.
¡No estás sola!. Hay ayudas. La violencia doméstica es un crimen. Tenemos leyes que le protege y nos protegen, no importa el estado migratorio.
Recuerde, la violencia cada vez es peor, puede terminar con la muerte.
Si conoces a alguien que está pasando o ha pasado esta situación y quieres ayudar, comunicárselo a una de las agencias pertinentes. No esperes cargar en conciencia algo que pudiste evitar....
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