Tienes que ser feliz... Para poder hacerte feliz.. (Segunda parte).
Ya hace muchos años acuñe una frase que decía. "Dos personas que se sienten solas consigo mismas, al juntarse no logran la compañía, sino que sienten, una soledad al cuadrado".
Es una sencilla regla matemática que niega la suma del 2 + 2 es igual a 4, que nos enseñaron desde pequeños. El efecto inmediato de esto es, precisamente, la pareja que se une con carencias más que fortalezas, que comparten la infelicidad en vez de la felicidad, que les hace renunciar a su persona, en vez de propiciar el crecimiento de ambos como pareja.
Lamentablemente, eso es lo que uno ve, más a tu alrededor, parejas aparentemente juntas y felices. Dos personas renunciando a ser cada uno como es, intentando lo demasiado a ser uno mismo, para llegar a un pacto en el que se pretende llegar a ser uno solo, que no es más que la medida ponderada de ambos. La popular media naranja, que muchos pregonan.
Permíteme ser algo irónico sobre esto último y buscar la metáfora. Si yo fuera tu media naranja y tú fueras la mía, no haríamos un vaso de jugo de naranja pleno, sabroso y saludable, sino que lograríamos un escaso medio vaso de jugo de toronja... nada que ver con lo que buscábamos ambos.
Este presunto amor no compartiría más que carencias e ilusiones, falsas. Y el amor de verdad requiere activos y no pasivos. Cuando más pleno me siento, más crece la plenitud al compartirlo contigo, por amor.
Cuanto más feliz me siento en mi propia vida y por mí mismo, mas felicidad seré capaz de compartir, contigo...
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