¿Cómo influye la intuición en nuestra vida diaria?. (Primera parte).
Por lo general en estos días, tenemos muchas personas que no les gusta referirse a la intuición. (Por desconocimiento o por desagrado).
"Enterrada en lo más profundo de cada uno de nosotros, yace una conciencia intuitiva y sincera que nos ofrece, una capacidad de entender, si nosotros se lo permitimos, es la guía más segura".
Nuestro cerebro funciona manejando una gran cantidad de información inconsciente tras el telón, sin declararnos que lo está haciendo.
Sin embargo, la conciencia sobre valora su capacidad de control y que algo está sucediendo en nuestra mente, que algo no va bien o que una persona no nos gusta.
A este respecto, los investigadores de la salud emocional han diferenciado dos vías con las que la mente humana trabaja:. Una autopista analítica y premeditada y una carretera secundaria automática e intuitiva, la cual funciona por atajos mentales o asociaciones aprendidas.
Por esta razón, es cierto que podemos formarnos la imagen de una persona en unos instantes, en concreto basta con sólo seis segundos. Podemos llamarlo sexto sentido pero, el hecho de evaluar cualquier cosa como buena o mala en menos de un cuarto de segundo también puede traernos problemas, como veremos más adelante.
No obstante, discriminar con rapidez quién puede ser o no peligroso para nuestra integridad física o emocional, quien esta enfadado, triste, contento o temeroso es un pilar importante para nuestro bienestar y nuestra supervivencia.
En relación a esto, parece que existe fundamento para afirmar que, en la actualidad, las mujeres tienen una mayor capacidad para discriminar y leer rápidamente las emociones ajenas, saber si se está fingiendo, mintiendo o si una pareja se quiere de verdad.
Manejar estos indicios se convierte en una acción automática y conforme nos vamos haciendo mayores explotamos más nuestra destreza intuitiva. Así, en temas amorosos el poder de la intuición cobra mayor importancia ya que, aunque no sepamos exactamente qué es lo que nos lleva a pensar que alguien nos quiere o no, no nos solemos equivocar (otra cuestión es que nos hagamos caso o no). Por lo tanto, parece que el corazón si que tiene la razón para guiarse por éste sexto sentido.
La intuición se convierte, simple y llanamente, en el reconocimiento de las situaciones, de los tipos de personas o de las consecuencias que tendrá lo que hacemos o hacen los demás. Pero la intuición también puede volverse peligrosa y es aquí donde sentir en exceso y no pensar lo suficiente nos puede pasar factura...
Continua...
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