No tan sólo he aprendido.... (Primera parte).
He aprendido a ver más allá de mis ojos.
He aprendido a ver sonrisas en rostros hierático y serio, dolor en una mirada fría y distante.
He aprendido a ver tristeza en una mirada agresiva.
He aprendido a ver amor en una mirada de odio.
Quizás porque ese odio, ese sufrimiento, ese dolor o ese amor los he sentido yo antes.
Y aprendí a sentirlos al fin... y a verlo desde fuera, tal como mi espejo me veía a mí, camuflado.
Y aprendí a verlos en los demás, al fin y al cabo, reflejos de mi mismo y de lo que dice mi corazón, aunque a veces sea en silencio....
Y te vi como a mí mismo rabioso ante las injusticias de la vida, impotente ante las desgracias propias y ajenas y ante el dolor, rebelde ante las circunstancias adversas. Quizás por todo eso te comprendo y te quiero, hagas lo que hagas.
Porque tu eres como yo, pero tal vez aún no te has enterado. Y te invito desde aquí a descubrirte, a conocerte a fondo. Detrás de tu personaje ficticio, te reconocerás a ti mismo y te darás cuenta de lo que siempre has sido y serás, porque eres lo que sientes. Y cuando lo logres, entenderás muchas miradas a tu alrededor, que hoy juzgas como amenazantes y distantes. Y verás que no hace mucho, también eran así las tuyas con quienes quizás deseaban darte amor, aunque no supieran hacerlo.
Continúa...
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