San Valentín o día de la amistad, envueltas con el amor. (Primera parte).
Ya estamos en las fechas próximas a San Valentín, escribo sobre el amor, el verdadero amor y sobre la valentía que hay que tener para vivir lo...
A pesar de lo que buscamos sin cesar en toda nuestra vida pero demasiadas veces tenemos miedo cuando realmente lo encontramos.
De ahí lo de San Valentín, además, también te recuerdo que es el día de la amistad y se suelen celebrar juntos.
Festividad, no sólo en el ámbito comercial, pues tenemos nuestro especial día de los enamorados, el día del libro y la rosas...
Quizás por ello y aprovechando la coyuntura, empezaré por comentar lo que la mayoría de la gente considera amor, y yo considero que no lo es, en verdad. Lamento decirte que amor no es entregarse al otro sin medida si eso significa dejar de ser uno mismo, tal como es. Tampoco lo es escaparse de la soledad, en compañía. Ni llegar al consenso con alguien para compartir la vida, a cualquier precio y en cualquier condición. Eso es amor, pactado, conveniente y, en mi opinión, demasiado temporal y fugaz, aunque bendecido por muchos. Ese amor de celofán, de objetos y recuerdos compartidos que muchos esperan desesperada mente encontrar...
En ese amor artificial todos nos hemos visto envueltos alguna vez, seguramente cuando no sabíamos amar y sólo contaba nuestra propia e innata necesidad de amar y de sentirnos amados por alguien más. Hay mucha gente enamorada del amor, y necesitada de manifestar lo y ejercitarlo, para lo que buscan, quizás sin ser realmente conscientes de ello, a alguien para amar, es decir, un objeto amoroso. Ni que decir tiene que lo importante es amar con desmedida o bien sólo dejarse amar. Seguramente, pienso ahora, que nos resulta más fácil amar que recibir amor, de verdad. Nos han educado para buscar y reproducir los gestos y rituales asociados al amor, o a lo que llamamos erróneamente amor, claro está.
Continúa.....
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