miércoles, 11 de febrero de 2015

¿Tu puedes cambiar El mundo y La vida? Mundos paralelos. (Tercera parte).

    Lo que nos separa de unos privilegiados felices y los demás seres normales y corrientes, su capacidad de ser libres y luchar cada día por su felicidad, cueste lo que le cueste, y quizás su primer paso haya sido "simplemente" tomar la sabia decisión de dejar de ser infelices.

    Ese es su único privilegio y don, que por cierto está al alcance de cualquiera de nosotros, los simples humanos.

    Luego la vida hace el resto, que no es más que ex ponerles a situaciones que les hacen despertar y dejar de mirar hacia afuera para encontrar lo esencial. Y ahí encuentran su fortaleza, su libertad y su paz, todo eso que siempre habían buscado infructuosamente fuera, en el mundo que habitamos. Y descubren que no hay otro mundo, sino que vivir es sólo habitar esta vida y en este mismo mundo, pero de una diferente manera y más plena. Y así nace un mundo paralelo al mundo que todos conocemos.

¿Es un nuevo mundo?

    No tal como lo concebimos nosotros, como Colón al descubrir su presunto nuevo mundo. Al fin y al cabo, no hizo más que darle la vuelta y alargar el mapa que entonces tenía en sus manos. Aunque para hacerlo tuviera que demostrar el valor de ir más allá. Y, en nuestra nueva vida, tenemos que hacer lo mismo, ser capaces de ir más allá y ser valientes para afrontar nuestro propio "NON PLUS ULTRA". Ir hacia nuestros propios miedos y sombras, porque detrás está ese nuevo mundo que buscamos desde siempre y nos traerá la felicidad. Y, aunque Colón en su descubrimiento obtuvo riquezas y poder, en nuestro más allá nos descubriremos a nosotros mismos, que es todo el poder que necesitamos para poder vivir como merecemos, de verdad.

    En nuestra ya nueva vida, uno aprende a vivir lo mismo, pero de diferente manera. Las mismas calles, ciudades, montañas, mares que siempre hemos visitados y compartidos, pero viendo las y sobre todo sintiendo las de diferente modo, con intensidad. Así, las circunstancias y objetos materiales dejan de tener importancia, para convertirse en oportunidades singulares para vivir y aprender a conocerse uno mismo. Uno aprende a ver desde el corazón, más que con los ojos que siempre habían visto un mundo monótono y uniforme, en el que todo lo que nos rodeaba creíamos que estaba allí para nosotros y nuestro personal y efímero disfrute y placer. Que vanidad la del ser humano, que piensa que todo lo creado está aquí sólo para el y su bienestar. 

    Pero llega un día en que aprende a ver con el corazón y se da cuenta de que él tiene el privilegio de formar parte de todo ese universo que le rodea y que todo está integrado junto con el....

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