¿Tu puedes cambiar El mundo y La vida?... Mundos paralelos. (Primera parte).

    Sé que no es un concepto original, últimamente muchas personas hablan de ellos, parafraseando la película Matrix y similares, y dicen vivirlos, cada día.

    Y es que, después de muchos años intentando cambiar el mundo y la vida, ahora se dan cuenta de que vivir en un solo mundo no nos trae la felicidad, ni tan siquiera la satisfacción.

    Mira si no la gente privilegiada que poseen riquezas, fama y poder, artistas, mandatarios, millonarios, que son codiciados y envidiados por todos, como suelen vivir y, sobre todo, morir. Sólos, tristes, infelices... y, en muchos casos más, incluso propiciando su propia muerte, por miedo a seguir viviendo así.

Ejemplos; Ahora el caso de Whitney Houston y su hija por el mismo camino, otros como Robin Williams atentando con su vida, otro Phillip Seymour Hoffman, y muchos más que antes y de ahora y los que faltan. (Y en eso incluyo los seres de vida normal como nosotros).

     Y esa es una gran lección. En la mía, me doy cuenta ahora, llegó muy pronto en mi propia vida, de la mano de mi padre primero, segundo mi madre, tercero mi hermana, que nos abandonaron un tiempo atrás. Eso ya es historia, aunque marcó mucho mi vida como adulto. Tuve que ser un tenaz emprendedor para sobrevivir y cargué durante demasiados años la duda de porque se fueron. Nunca me sentí culpable, pero hoy veo que, todos tenemos una hora (marcada por la vida) para morir.

    Y con eso me explico, que la vida nos da todas las oportunidades de ser felices, sólo hay que saberlas aprovechar. Pero cuesta que uno sea feliz en un mundo como el nuestro, lleno de odio, temor e infelicidad. Al fin y al cabo, es un reflejo de cómo nos sentimos nosotros con nuestra vida. Por eso tal vez todos hemos soñado, la necesidad de cambiar el mundo por otro mejor. Y lo intentamos, quizás en nuestra, rebelde juventud, tal vez también más tarde, cuando somos capaces de construir nuestra propia forma de vivir, aunque muchas veces sea a medio camino entre lo que, merecemos y lo que creemos erróneamente que nos hará felices...

Continúa...