miércoles, 11 de febrero de 2015

¿Tu puedes cambiar El mundo y La vida? Mundos paralelos. (Cuarta parte).

Desde el corazón, el mismo mundo se ve y se siente distinto.

    Cada nuevo día es una oportunidad singular e irrepetible, pues nuestra vida es así y tiene sus propias leyes, y formas que cumplir y hacer cumplir...

    Aunque sólo el ser humano tiene la potestad de cumplir las o no, con su libertad. Aún así, aún pudiendo escoger, cada vez que el hombre decide apartarse de esas leyes, o reglas que son universales, la vida más o menos pronto le hace ser consciente de su soberbia y su vanidad por hacer un mundo a su imagen y semejanza, por simple placer.

¿La súbita aparición de las enfermedades (muchas de ellas nuevas y difíciles de controlar y entender), de la muerte propia o ajena una catástrofe mundial?

    Si, son señales para despertar a la evidencia de que forma parte de un mismo universo, como los demás y todo lo que le rodea. Y esa es la nueva y radiante vida que esperaba alcanzar, haciéndose parte integrante e individual de todo lo que le rodea, donde una simple y frágil flor no es más importante que la más alta cima de la montaña o que una estrella gigantesca y lejana.

    Esa, hasta ahora, es la verdad, que era una visión exclusiva de unos cuantos seres privilegiados, sabios de la vida. Personas conocidas o anónimas que se preocupan por saber vivir, en vez de aprender a adaptarse a cualquier precio a un mundo que no les gustaba ni les hacía verdaderamente felices. Algunos de ellos incluso acabaron en la hoguera inquisidora o solos, por llevar la contraria a los demás y al mundo conveniente.

    Quizás por eso esa sabiduría entonces, durante muchos siglos, se refugiaba en lugares ocultos y protegidos de la vista de los demás. El hermetismo y la crepitación del conocimiento eran la clave de la supervivencia de los que habían aprendido simplemente a vivir la vida, de verdad. 

Fuera, todo era confusión y temor, como casi lo es ahora.

Continúa...

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