sábado, 3 de enero de 2015

Cuando queremos estar solos....

    La mayoría de nosotros conoce la soledad desde el cristal "negativo". El estar solos, sin embargo, trae sus beneficios. Muchos se sienten mejor sin compañía o rodeados de personas, por lo que se está empezando a investigar sobre si la soledad es saludable.

    Se cree que todas las actividades cuando se hacen en grupo, en pareja o en familia son más divertidas, desde ir al cine a cenar, pasando por festejar la Navidad o tomarse un café. También hacen ejercicios pasear por el parque o ir de compras. Pero, ¿Cuál es el problema de realizar las solos?. Es que se considera que ello implica la amargura, la depresión, la tristeza y el abandono.

    ¿Por qué en todos los casos la soledad está asociada a los malos sentimientos?. Cada vez son más los casos de personas que disfrutan realmente de los momentos en que no están con nadie e incluso dejan de lado las costumbres o tradiciones de familia y sociales para ser fieles a lo que les hace bien. 

    ¿Crees que pasa el fin de año sólo en tu casa es una locura?.

    ¿Planear unas vacaciones sin la compañía más que de nuestro equipaje es una idea absurda?. Pues para cientos, es una experiencia que no se puede comparar con nada.

    Analizando un poco la redacción de cada uno ante esa idea de "soledad", debemos decir que se basa en que el ser humano fue hecho para vivir en una soledad, rodeado de personas. De allí es que decimos y creemos fervientemente que la soledad es algo negativo sin importar por donde se la mire. 

    ¿Qué hay de aquellos que prefieren estar solos sin sentirse deprimidos o tristes?. No se trata de ermitaños o seres antisociales, sino de gente que quiere disfrutar de su espacio y contacto con su "yo" interior. 

    En la vereda contraria, están los que por temor a la soledad toman decisiones poco aceptables, como por ejemplo, estar en pareja con el primer candidato/a que se aparece en su camino o bien formar parte de un grupo donde no tienen nada en común pero permanece en el fingiendo ser quien no es, sólo para, justamente, no sentirse "sólo".

    Es preciso, según explican los profesionales en psicología. "Saber bien la definición de soledad y a su vez, contemplar este tema como una vivencia completamente personal y subjetiva". Existe un gran abanico de posibilidades para percibir o atravesar la soledad. Es que muchas veces, uno puede estar rodeado de gente y sentirse muy solo o bien no tener a nadie al lado y creerse acompañado.

    La soledad está relacionada a una carencia de vínculos cercanos, de redes, de relaciones, de lazos, justamente, lo que vivimos en la actualidad. Es muy difícil hoy en día mantener el contacto estrecho con los demás, por más de que vivamos en una era de tecnología, mensajes de textos, de redes sociales y vídeo llamadas.

¿Es posible desear estar solo?

    Antes de responder a esa pregunta, es preciso consultar acerca del tipo de soledad que nos estamos refiriendo. Los expertos dicen que hay diferentes, todo depende de la esencia y de cómo esa persona se siente al respecto, también si es inducida u "obligada". Cada persona sabrá por qué prefiere estar sola y que es lo que experimenta en ese momento, así como también lo que sucede en su interior cuando se ve rodeado de otros.

    Algunos patrones que se mantienen en la mayoría de los casos de los que eligen la soledad:

Timidez, temor, dificultad para relacionarse, miedo al rechazo, a la equivocación o a salir herido.

Entonces, evitan salir con otros, tener grupos de amigos, conversar.

    Esto va desencadenando la soledad. Contrariamente a ello, se encuentran los que realmente prefieren estar solos porque se sienten mejor de esa manera, considera que son auto suficientes, que no necesitan a nadie más, que la soledad los hace menos vulnerables, etc.

    Entre otro de los tipos de soledad, podemos citar los casos de aquellos que aparentan querer o gustar de ella, no les importa si pasan semanas sin hablar o ver a sus seres queridos, que buscan aislarse del resto, que nunca se juntan por un cumpleaños, que prefiere los trabajos solitarios, etc.

    Y por último, la "soledad circunstancial", es decir, la que puede aparecer por diferentes razones, como por ejemplo el divorcio o la muerte. Esto no es algo que se busca, sino que "cae del cielo", por lo tanto, requiere de vivir un duelo y comprender las pérdidas.

¿Cuando es saludable la soledad?

    Sin duda, lo más difícil de comprender debido a nuestra concepción como seres sociables y sociales, la necesidad de vivir en comunidad, de tener una familia, de "pertenecer". Resulta más que complicado entender o pensar que la soledad puede ser sinónimo también de plenitud o de felicidad, o dicho de otra manera, de salud.

    La soledad puede convertirse en una experiencia armoniosa y muy enriquecedora, pero sin traspasar los límites. No se trata de irse a vivir solos al medio de la montaña ni de dejar de hablar con nuestros padres de un día para el otro. Se basa en dedicar ciertos momentos del día o de la semana para estar lisa y llanamente "con nosotros mismos".

    La relación con nuestro yo interior es muy importante y solo se logra con la soledad. 

    ¿Para qué nos sirve?. Pues, por ejemplo, para reconocer lo que nos pasa antes de que sea insoportable, para defendernos de lo que ocurre a nuestro alrededor, para escuchar lo que el cuerpo nos dice.

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