¿Que esperan los jóvenes de hoy de sus mayores?

    Durante muchos años reproche a mis mayores su incapacidad de cambiar el mundo y el legado que nos habían dejado a nosotros los jóvenes. Pero las cosas han cambiado y el mundo, también. Hoy ya formó parte de ese colectivo al que los jóvenes llaman "mayores", me guste o no. Y, sin duda, el paso del tiempo ha evidenciado la necesidad de cambiar el mundo que yo antes intuitivamente y reprochaba. Hoy el mundo actual es insostenible tal como está y el cambio es algo cada día más acuciante y necesario.

    Pero también es verdad que hoy, a pesar de mi llamé moles, avanzada edad, con perdón me incluyo entre los órdenes que quieren cambiar el mundo. La edad es algo que viene determinado por el espíritu, no tanto por la cronología. Y, desde mi edad y posición, intento cambiar cada día el mundo y ayudar a los jóvenes en su mismo empeño. ¿Qué esperan de mí esos jóvenes idealistas, rebeldes e hiper formados? ¿Qué esperan de los senior ya seamos sus padres, maestros o sus presuntos guías?. Habitualmente hablo con jóvenes que recurren a mi para comentarme sus proyectos y pidiéndome consejo para sus proyectos o para su vida, en general. Y me pregunto el porque acuden a mi, aunque mi actividad como consultor en las relaciones humanas no es lo suficiente basta como para justificar tal petición.

    Pienso que los jóvenes ven en mi a ese padre que todos soñamos, con experiencia, respetuoso y tolerante que no les da lecciones gratuitas y trasnochadas, que confían en su mayor capacidad, jóvenes, su mejor formación académica y, sobre todo, que asume que están luchando por el que será un mundo más suyo que mío. Quizás es el padre que nunca tuve yo y que, en ciertos momentos difíciles, me hubiera gustado tener para pedirle consejo. Sin ser batallosas, sin recetas mágicas ni discursos vacíos, tan sólo intentando ponerse en mi lugar, en un mundo que los jóvenes conocen más que yo mismo, hoy. Pero, para ello, para hacer realmente una ayuda a las nuevas generaciones, uno debe antes ser auto critico y cuestionarse la vida pasada, aprender a ser como ellos, "idealistas y tenaces" y con energía de sobra para cambiar las cosas, y estar bien atentos a lo que sucede a nuestro alrededor en el mundo actual, sin prejuicios ni condicionados por nuestros viejos paradigmas. 

Continuará...