lunes, 5 de enero de 2015

La nostalgia es un error...

    Uno de los primeros libros que pude leer en mis tiempos libres era del autor José Luis de Villa longa y por cierto se titulaba "la nostalgia es un error". Pero quizás ahora más que nunca me doy cuenta de lo que significa esa afirmación, a pesar de que su libro no era más que una serie de relatos de su vida que, en cierto sentido, contradecían el significado de su título...

    La verdad es que volviendo a la nostalgia por lo vivido, creo que nunca le he prestado la atención que para muchos merece su vida pasada. Luego de releer este libro quizás es porque pienso, y ciento, que "agua pasada no mueve molino" y que todo aquello que viví no ha hecho más que configurar lo que hoy soy, pienso, siento y hago en mi vida. Qué más da cómo he llegado hasta aquí. Y, aunque no niego que durante demasiados años de mi vida pasada toda mi historia influyó, hoy me he liberado, y perdonado, de aquello, quedándome simplemente con las lecciones aprendidas y dando relevancia única y exclusivamente a lo que soy hoy.

    En estos días acudí a la celebración de noche buena y despedida de años. En la actividad habían muchas personas que hacia mucho tiempo que no se veía, como suele suceder en este tipo de conmemoraciones. Las conversaciones no eran más que recuerdos compartidos y experiencias vividas en común. La nostalgia invadía las conversaciones y los rostros algo no contentos que había a mi alrededor. Una cierta pena por lo ya vivido y por lo que nunca volverá. Eso es la nostalgia, desear rememorar lo ya pasado y echarlo de menos en la actualidad...

    ¡Para mi el pasado es pasado!. ¡Bueno o malo, a pesar del mal hábito de juzgarlo, el pasado no es más que el camino que hemos recorrido hasta el hoy!. Lo que ahora somos es la suma de todo ello, así como lo que pensamos, sentimos y hacemos, siempre que hayamos incorporado efectivamente su aprendizaje.

    Pero, si permanecemos atados al pasado y sus circunstancias o al futuro y sus expectativas, nos estamos perdiendo el presente y todas las oportunidades que la vida nos pone enfrente para seguir aprendiendo y creciendo. Cuando todo lo que pensamos, sentimos y hacemos viene tamizado por lo anteriormente vivido, estamos dejando de prestar nuestra mayor atención al hoy y, por tanto, debe disfrutar de toda su amplitud. Los hechos y las circunstancias parecen ir repitiéndose una a una sin cesar y todo nos parece redundante y monótono, aunque eso nos confiera una falsa sensación de tranquilidad carente de sorpresas e imprevistos.

    Pero la vida, como el universo mismo, no es más que algo dinámico y fugar, que nos provee de nuevas circunstancias y hechos para aprender y así crecer. Intentar "plastificar" en algo rutinario es contradecir su devenir constante y, como consecuencia de ello, vivir una vida a medias, sin magia, ni color. La nostalgia no es más que esa expresión de lo estático e inamovible que pretendemos en nuestra vida, negando el fluir de la vida y condenándonos a vivir a medias, lo que merma nuestra capacidad de ilusionarnos ante lo nuevo y misterioso de nuestra vida cambiante.

    Es fácil comprender que la nostalgia es fruto del miedo. Miedo a lo nuevo y a vivir lo que en realidad somos. La nostalgia es una foto fija que nos blinda ante el presente y la realidad del hoy. Deshacerse de ella es, pues, aprender a amar la vida, es decir, confiar en ella, lo suficiente como para vivir la tal y como viene... Y sacar lo mejor de nosotros para disfrutar la y aprender de ella con amor y eliminar el temor, pues esa es su misión. Y eso sólo es posible si somos capaces de desterrar el miedo para dar paso al amor, a uno mismo, a los demás, a los que nos rodean y a la vida en sí. Para ello sólo es necesario ser libre ante el pasado y libre frente a la opción siempre posible de amar o la de seguir teniendo miedo a lo imprevisible y mágico que siempre tiene una vida plena. En ese y otro es el sentido que tiene nuestra vida, aquí y ahora.

Etiquetas. Amor, compartir, conciencia, confianza, corazón, despertar, felicidad, miedo, nostalgia, oportunidad, presente y realidad....

No hay comentarios:

Publicar un comentario