sábado, 17 de enero de 2015

¿El amor es ciego?

    Así, aprendí a leer los silencios, todas esas palabras no dichas, todos esos gestos por hacer. Y en ellos vi siempre amor...

    Aunque a veces fuera tras el miedo a expresarlo o a vivir lo en la realidad. Pero ese amor que veo en una mera posibilidad, puede necesitar hacerse patente en la realidad y eso depende del valor y la libertad que tengamos ante la vida. Y también sé que eso cuesta, es una lección que quizás tarda toda la vida en aprenderse.

    A mi, aún me cuesta no dejarme llevar por la mente, en vez de hacer caso al corazón. El corazón me trae paz, mientras que la mente, confusión. Pero, aún sabiéndolo, nuestra vida ordinaria y nuestra educación nos invitan a dejarnos llevar sólo por la razón. Y tras ella aparece el sufrimiento, ya sea echando de menos a alguien que no está junto a mi, pensando en lo que me falta en vez de en lo que tengo o desconfiando de la vida, que parece dispuesta a no darme la razón, ni la felicidad.

    Aparentemente tengo más razones en mi vida y en mi historia para argumentar a favor de la razón, que para hacer caso al corazón. Son ya viejos conocidos. Pero sólo tengo argumentos históricos, sin felicidad ni satisfacción. En cambio, en el corazón, tengo emociones gratas que si me procuran hoy la felicidad y me invita a compartir la con quien amo.

¿No es amar andar juntos de la mano, sorteando las dificultades y careciendo ambos, a la vez?

    Amar es, simplemente, cambiar el "tú o yo" creado por nuestra mente, por el "tú y yo"sentido en el corazón. Amar es compartir las fortalezas y las debilidades, asumiendo las flaquezas mutuas y nuestra vulnerabilidad y cobardía frente a las dificultades, pero teniendo confianza en que, juntos, podemos sortear las para buscar conjuntamente la felicidad y sobrellevar la infelicidad, aunque encontrándole un sentido para hacerla más fácil de llevar.

    A ratos pienso que es difícil ver, sentir y vivir un amor así. Pero, como yo mismo hice hace un tiempo, sólo es cuestión de sentirlo como viene y actuar según el. Porque el amor fluye, si lo dejamos fluir... Porque simplemente es lo que siempre habíamos soñado que era el amor de verdad. Si buscamos razones, momentos apropiados y amantes ideales, nunca encontraremos un amor que sea capaz de vivir lo que los ojos no son capaces de ver. Porque un amor sustentado sólo en lo que vemos, no es un amor que nazca del corazón. Con confianza, lo que ahora ve sólo nuestro corazón, se convertirá en realidad ante nuestros propios ojos y eso nos producirá felicidad. Que cerca estaban en el amor y esa felicidad que incansablemente habíamos buscado por fuera, en nuestra vida. Resulta que siempre estuvieron y están en nuestro interior... Aunque no fuéramos capaces de escucharlo, sentirlo y luego vivirlo cada día desde nuestro propio corazón. Y, seguramente por eso, muy pocas personas en nuestra propia historia fueron antes capaces de sentir el amor y la felicidad en con nosotros, sin necesidad de verlo con sus propios ojos... En vez de sentirlo donde estaba, en nuestro corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario